Los lagos azules van en busca
de tiempos mejores, tiempos únicos
que les recuerden lo mágicos
que eran los cielos antes que la boca.
Se destruyó la tierra y la flor
cuando Adán amó a Eva y ella
lo rechazó, rompiendo así su amor,
su vida y su pasión. Adán lloró...
Eva quizo curar sus heridas
pero fue tarde, y él huyó, buscó
algo nuevo que hacer y encontró
nuevas áreas dónde sembrar vidas.
Nada repuso al hombre, hijo de Dios.
tan solo necesitó el cariño sincero;
no todo lo compra el dinero.
Hay heridas que sólo cura la reflexión
y la contemplación de lo verdadero.
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